Los críticos gastronómicos Eduardo y Antonella lo tenían claro: querían una marca a la altura de sus experiencias gastronómicas. El encargo consistió en encontrar el nombre perfecto para su proyecto y una identidad visual irrepetible. ¿La solución? Platunique. Una supernova creada a partir de cristales de sal. Una delicada explosión de modernidad, lujo y sensaciones.
ClientePlatuniqueServiciosNaming, Branding, Web Design